Benissa

Benissa es un municipio y ciudad situado al noreste de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Alta. Su término municipal, de 69,7 kilómetros2, presenta 4 kilómetros de costa. Cuenta con 15.254 habitantes (2008), de los cuales el 44,5% es de nacionalidad extranjera.

El término municipal de Benissa tiene una superficie que presenta una forma muy irregular y con orografía muy heterogénea. Desde la costa, formada en su mayor parte por pequeñas calas y acantilados, hasta las zonas montañosas, formadas por las sierras de Oltá, La Solana, la Malla Verda y, la más destacada, la Sierra de Bernia con sus casi 1.200 metros de altitud.

El núcleo urbano está situado alrededor de unos 200 metros de altura sobre el nivel del mar.

Diferentes descubrimientos sugieren el desarrollo de cierta actividad prehistórica en Benissa. El hallazgo de tres pequeñas pinturas rupestres en la partida de Pinos, monedas, ánforas..., nos indica el paso de los romanos por estas tierras.

El origen del topónimo Benissa es árabe: "Beni Isa" o "Hijos de Isa".

A lo largo de los siglos XV y XVI, sufrió numerosos ataques de los piratas berberiscos. La población continuó siendo mayoritariamente musulmana, repartida por el campo, mientras que la población cristiana se asentaba principalmente en el casco urbano. A la expulsión de los moriscos efectuada en 1609, se siguió una repoblación con gentes procedentes de los Pirineos, Cataluña y Aragón, quienes procedieron al amurallamiento del pueblo.

Sus edificios y monumentos más singulares son:

Ayuntamiento. Se ha instalado sobre el antiguo Hospital Municipal, erigido en 1790.

Iglesia de la Purísima Concepción. Edificio de estilo neogótico y se conoce también como la Catedral de la Marina, debido a la magnitud de sus dimensiones.

Plaza de la Iglesia Vieja. Allí se encontraba la Iglesia-Fortaleza de San Pedro construida en el siglo XIV hasta que fue destruida a principios de los años 50.

La Lonja. Data del siglo XVI de un marcado carácter medieval y, actualmente, alberga exposiciones itinerantes de alto valor artístico y cultural.

El Riberero. Es una figura muy simbólica que aparece en posición orante debido a la costumbre de orar ante la piedra de la salve antes de emprender el viaje los campesinos beniseros, que emigraban dos veces al año a la ribera valenciana para la plantación y recolecta del arroz.

Convento de los Padres Franciscanos. Data de 1645 y posee una fachada de marcado carácter defensivo.

Su costa es apta para la práctica del submarinismo, por sus fondos de roca, y la vela. La playa más concurrida es la Playa de la Fustera, que cuenta con mayor número de servicios, deportes y juegos infantiles.

Benissa posee también un puerto deportivo llamado Les Basetes, situado en el límite con Calpe.

Un dicho tradicional de Benissa es "pulpo y misa" (polp i missa) y se refiere a una de las tradiciones gastronómicas de la localidad: el cocido de pulpo, donde se sustituye la carne por pulpo de roca.

Una de las riquezas gastronómicas por las que es conocida Benissa es por sus embutidos, los mejores de la Marina Alta.

Vinculados a la uva y a la cultura del riu rau, se puede degustar el moscatel y la mistela.

Las fiestas más representativas de Benissa son:

Las Fiestas Patronales. En honor a la Purísima Xiqueta se celebran el cuarto domingo de abril y duran 10 días, donde se podrá disfrutar de conciertos gratuitos, actos taurinos y la emotiva subida y bajada de la virgen, antes y después de la procesión.

Moros y Cristianos. En honor a San Pedro, se celebran el fin de semana más cercano al 29 de junio.

Feria y Porrat. En honor a San Antonio, se celebran en enero y duran tres fines de semana, donde también se podrá disfrutar de una feria medieval.

Algunos barrios del núcleo urbano y diversas partidas rurales tienen su pequeña fiesta, en las que cabe destacar el barrio de San Antonio, celebradas en verano.